Publicado en NYC

Sinpa en Nueva York

En España hacer un sinpa es irte de un lugar sin pagar. En Nueva York se dice que una de las características que tiene un neoyorquino es que puede contar por lo menos un historia curiosa que le haya pasado en un taxi. Esta noche he hecho un sinpa a un taxista caradura en Nueva York.

Habíamos decidido que tras tomar la primera copa en casa de alguien ir a Brooklyn a The Shank, un lugar alternativo donde se organizan fiestas clandestinas y que entre nosotros lo llamamos el LOFT por cómo es el lugar. Cómo éramos 6 cogimos dos taxis y con un «Dude, follow that taxi» comenzamos el viaje. Por una extraña razón había atasco un sábado por la noche y el conductor intentando sortear el tráfico empezó a callejear.  Le preguntamos por el otro taxi y nos dijo que se había ido por otro camino. Pero nos dimos cuenta que seguíamos en Lower East Side y que aún no habíamos cruzado ninguno de los puentes que te llevan a Brooklyn. Se puede entender que le pasara una vez porque hubiera salido a un lugar desde el que no se puede acceder a un puente pero cuando ya ves en el GPS que no paras de dar vueltas a varias manzanas te mosqueas. Y es que los taxis, de al menos Manhattan, tienen una pantalla táctil para el pasajero en el que puedes ver en una de las opciones el recorrido que está realizando el taxista. Nuestros puntos azules daban vueltas repetidas veces sobre las mismas manzanas.

Pantalla táctil de un taxi de NYC
Pantalla táctil de un taxi de NYC (de otro día)

Para rematar la faena, el conductor se dió un besito/golpe con el coche que  iba delante. Sin poner en pausa el taxímetro se bajó del coche, miró los daños, volvió a entrar al taxi y ambos coches se pusieron en un lateral para hacer los papeles. El taxímetro marcaba 23$ (más la tip obligatoria del 15% que hay que entregar siempre). Llamamos a los del otro taxi y nos dijeron que ya estaban cruzando el puente. Ahí le dijimos que nos bajábamos y que no le íbamos a pagar. Que vivíamos en Nueva York y nos estaba engañando. El taxista sacó el móvil y empezó a chillarnos que no nos largáramos que iba a llamar a la policía. Le dijimos que le dijera también que estaba timando y que no íbamos a pagar por darnos vueltas a la manzana que el GPS lo mostraba claramente. Seguimos andando y le quitó la gorra de gallinas al chico que iba con nosotras. El taxista salió corriendo a su taxi. Volvimos a por la gorra y se la quitamos de la mano mientras el taxista hablaba con alguien por teléfono.  Nos marchamos andando pero esta vez el taxista nos siguió. La otra chica y yo cubrimos al chico mientras andábamos por ese extraño pensamiento que nos hace  creernos inmunes a que nos den un guantazo a las mujeres ya que «a nosotras no nos va a pegar». No andábamos tan desencaminadas, en un hueco que encontró el taxista descargó su rabia dándole un puntapié al chico que iba con nosotras. Apenas le rozó el pompis. Nos volvimos y el taxista salió corriendo. Nosotros corrimos en dirección contraria no fuera a volver con el taxi. Cogimos otro taxi y conseguimos llegar a Brooklyn por apenas 8$.

Acabábamos de hacer un sinpa a un taxista caradura en Nueva York.

Actualización 21 de marzo de 2009:

Tras el comentario de Jota me he acordado que ya conté en el blog otras historias pasadas en taxis, pero esta vez en Madrid. Aviso, ese post tiene caracteres políticos y entonces escribía de forma mucho más fresca que ahora.

Autor:

No soy graciosa pero sí ocurrente.

20 comentarios sobre “Sinpa en Nueva York

  1. A nosotros también nos intentó estafar un pakistaní que nos trajo de Manchester a la resi a las 5 de la mañana de un domingo. Aquí bloquean las puertas y hasta que al tío no le da la gana no te deja salir, así que tuvimos que pagarle, se negó a darnos una factura y tuve que apuntar todos sus datos yo misma. El tío se pensó que estábamos borrachos o algo!

    Aún no he puesto la reclamación, me da demasiada pereza, pero la media hora de posibles clientes que le hicimos perder creo que es suficiente.

    Y ustedes hicieron bien. 23 dólares! qué listillo!

  2. Reitero: Lo de pompis no lo oía desde Forrest Gump 😛

    Y lo del taxista es internacional. Cuando fui a Bulgaria nos dijeron que el trayecto del aeropuerto al centro serían, al cambio, unos seis euros. Los taxistas nos decían que no, que como poco, diez euros. La guinda la puso uno de ellos, diciendo:
    – Seis euros será en España, aquí el taxi cuesta diez.

    Olé sus huevos. Así que nada, le dijimos que gracias y que para estafarnos, que mejor nos íbamos en autobús.

  3. vaya caradura!
    Pues en mi opinión hicisteis muy bien. Hay un tipo de taxistas que vive de echarle «jeta» al asunto y trata de aprovecharse del desvalido.. quizás pensó que erais turistas…

  4. Reena: Sí, me acuerdo cuando estuve en Liverpool que bloqueaban las puertas. Yo estuve lenta esta vez. Tenía que haber sacado la cámara y haber hecho fotos de su identificación y del GPS. ¡Qué no te pueda la pereza para reclamar! Que luego es peor para buscar los datos. 23$ + tip que son casi 27$

    Ángel: Reitero: Hay que ampliar el rango de vocabulario desde el que la gente te pueda encontrar en los buscadores.

    ignacio: A mi eso no me vale porque el primero que era extranjero era él y NYC es una ciudad de extranjeros. Tu avatar de la cara de un gato con casco de Darth Vader más Estatua de la Libertad me da miedo.

    marcoiris: Lo he contado a mi compañera de piso americana lo que pasó y no se ha escandalizado por nuestro comportamiento. Así que hicimos muy bien. Ni el origen ni el destino era sitio de turistas así que esa no es razón para timar a alguien. Si es que existe alguna razón para timar a una persona.

  5. Mi unico episodio de guerra con un taxista ha sido lanzarle una zapatilla-esclava al parabrisas por cortarme cuando iba en bici por el downtown. Te digo que si lo cojo con mis manos le dejo un tatuaje en la cara de por vida. Conmigo no se atreven. Generalmente conducen como si fuera Bombay, son bastante cochinos y no cesan de hablar por el movil en dialectos ininteligibles. Utilizo poco el taxi pero cuando lo hago elijo la ruta, y si no la cogen, me bajo y no le pago ya me chille en arameo. Bien hecho lo que hiciste!

    1. Frank: Sí, da bastante yuyu su forma de conducir. Otro día que dijimos lo de «siga a ese taxi» los taxistas se picaron e iban adelantándose como locos.

  6. Cualquier problema que tengas con un taxi diles que vas a llamar al 311 ( apunta su numero de placa tambien) y que dejes que ellos lo arreglen…

    No te diran nada por que las multa que les puede caer es bastante grande..

  7. Charlotte Harris: Gracias, la ultima vez que pregunte no supieron responderme sobre si se convocaría otra nueva edición. Esta claro que las empresas están encantadas de tener trabajadores gratis, pero visto lo visto en las nuevas convocatorias de otras becas no me extrañaría que bajaran la cuantía económica y entonces si que no daría para vivir en una ciudad como Nueva York. Ademas que están siendo algo chanchulleros, lo ultima es saltarse la estancia mínima de 6 meses y los que están llegando ahora solo les conceden 5 meses.

    Michi: Hey! gracias majo! Lo tendré en cuenta. Pero espero que nunca me vuelva a pasar algo parecido.

  8. A mí en Valencia me pasó con un taxista que, por decirle que eramos de Hernani (Guipúzcoa), nos preguntó riéndose si éramos de la E.T.A.
    Uno de mis compañeros le empezo a chillar que qué se había creído el hijo de puta. Que todas las mañanaste tenía que mirar debajo de su coche antes de llevar a sus hijos a la escuela, y mil burradas más… Como realmente en Valencia no tienen ni puta idea de o que se cuece por aquí arriba, el taxista casi se caga en los calzoncillos. Y lo mejor fué cuando mi compañero se vuelve y le dice con aire malicioso…
    -¿Y si resulta que sí somos de la E.T.A….? ^^
    El careto del taxista era un poema…
    Y más aún porque le habíamos pedido que nos llevara a una doiscoteca de las afueras de Valencia que resultó estar cerrada. El tío estaba en su taxi con cuatro energúmenos bien bebidos, en el solitario aparcamiento de una discoteca, y discutiendo sobre si los pasajeros que llevaba eran de la E.T.A o no… Ya se veía con un tiro entre ceja y ceja…
    Para flipar cómo le temblaban las manos al pobrecico cuando el que estaba a mi lado (yo iba en el asiento justo detrás del conductor) dijo:
    – ¡Alvaro, aparta para que no te salpique la sangre…! 😈

    ¡Casi arranca el volante de lo que temblaba!

    Al final le dijimos que era coña y se tranquilizó. Le explicamos lo que nos había ofendido al bromear con el temita del terrorismo, y nos cobró bastante menos de lo que marcaba el taxímetro. Por si acaso… ^^

    Yo creo que nos pasamos un poco…, pero recordarlo ahora se me hace divertido…

    1. Alvaro: Si, os pasasteis. Espero que la broma no durara mas allá de 2 minutos. Pero esta claro que la bromita del taxista se paso. Yo cuando era menor y conocía a alguien del País Vasco le preguntaba «gora E.T.A. o no gora E.T.A?» Claro, se quedaban pillados con que supiera una sola palabra en vasco… a ver, mendrugo! que estamos aquí al lado! Nunca nadie me dijo «gora E.T.A.»

  9. Yo no he tenido a ningún descerebrado que, delante de mis narices, haya dicho «Gora ETA». Aunque hay mucho hijodelagranputa que se dedica a escribirlo en las paredes de los baños y en los rincones de las callejas oscuras. Típico en ese tipo de gente: a escondidas y con cobardía.

    Respecto a lo del taxista, tristemente para él la agonía duró bastante más de dos minutillos… 😈
    ¡Pero es que se pasó un güevo con lo que nos dijo!

    1. Alvaro: Esta claro que solos son unos cobardes pero reconozco que algo inconsciente si que era al preguntar estas cosas. La verdad es que ambas partes os pasasteis con la bromita. Lo bueno es que ahora ninguno repetiría la gracia. Veo que eres un master en esto de los iconos, jejeje.

  10. Fantástico! Épico! Sublime! Con decirte que vengo de ver ‘confessions of a shopaholic’ (que, también es verdad, quién me mandaba a mí) y tu post es considerablemente más entretenido… Grande la historia, grandísimo el relato! Minipunto para la soriana!

    Yo también tengo una con taxistas (y quién no), en mi caso en mis añitos madrileños, cuando el tipo no sabía llegar de Gran Vía a Embajadores -un trayecto de lo más inusual, como todo el mundo sabe- y después de darme un paseíto por las traseras del Corte Inglés va y sale al mismo punto del que me había cogido… contando ya cuatro eurillos. No puso a cero el taxímetro y yo tampoco le dije nada -por aquello de que no fuera que el hombre tuviera la intención de descontármelo a la llegada- pero ya no le quité ojo. Cuando llegamos y me leyó el importe del taxímetro tal cual, se me hinchó la vena y le pregunté que si el paseíto era gentileza de la casa. Su reacción, claramente violenta y fuera de tono desde el principio, no dejó duda sobre el hecho de que bien sabía que nos la estaba colando y estaba ya previendo la protesta. Conclusión: le di lo que me pidió y me bajé, no sin darle las buenas noches y contarle que mi abuelo, taxista también en sus tiempos, me había enseñado que eso era robar. También desde el asiento del conductor de un taxi.

    Saludetes desde Holanda!

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