Como en 2006, 2007 y 2008 este año también toca recapitular:
Enero: Escuché las campanadas españolas a través de Skype cuando aún eran las 6 de la tarde en Nueva York. La cuenta atrás americana la viví en Central Park con tanto frío que la loca tuvo que ir a que le pincharan un relajante muscular a la mañana siguiente. Fui a Ikea gracias al ferry gratuito, desayuné skyr islandés y conseguí un colchón hinchable con inflador por lo que no tendría que seguir hinchándolo con un secador. Mostré el perfil de Manhattan desde Hoboken y veía con mis compañeros de trabajo la toma de posesión de Obama en directo. Me encontraba con mi mejor amigo de Islandia y su familia en Nueva York; me sorprendía que me ayudaran desinteresadamente en la calle y un amigo se despedía de la ciudad con una frase muy demodelora. Acabé el mes con el informe intermedio que desde Integrants me solicitaban.
Febrero: Fui a ver la Super Bowl a un bar muy americano y a las celebraciones del año nuevo chino. Tras pagar en un taxi con la tarjeta y poder sacar dinero dos días después, Citibank me anuló la tarjeta sin darme explicación coherente (decían que era por el taxi) y odiando con toda mi alma el desastroso servicio telefónico de inútiles que tienen. Me sorprendieron al preguntarme si quería ser modelo de una tienda; vi por primera vez flamenco; cociné pescado comprado en Chinatown para los que se vinieron a ver los Oscars a mi casa; conseguí el disco que Leif Vollebekk compuso durante nuestro año en Islandia y fui al concierto de Defaze, grupo que llevaba un colega americano. Tuve una visita privada a las tripas del Museo Americano de Historia Natural y conté como casi desespero buscando alojamiento en Nueva York.
Marzo: Comenzó el mes con un altercado con un taxista yendo al garito pirata de Bayard St, Brooklyn. Un mes después los problemas con Citibank continuaban y me llegaba una carta al trabajo con la dirección Hasson Strips en vez de Hudson Street. Mi primera garrapata tuvo una experiencia curiosa en Central Park, fui a la ópera y al concierto de Bloc Party. Regresé a Hoboken para celebrar San Patricio; tras salir de un bar estuvimos charlando y bromeando con una pareja de policías monos y un judío ortodoxo me preguntó si estaba casada cuando compraba la Nikon D60.
Abril: Mis «tuttugo og sex» se acababan y cumplía «tuttugo og sjö» dándome cuenta que AT&T no me cobró las llamadas. Fui a Boston y comenzó el mes y medio de visitas ininterrumpidas con mi madre y me encontraba a un hombre viendo la tele en la calle.
Mayo: Tanto turisteo por Nueva York con las visitas me hizo acabar en el hospital porque la espalda dijo basta. Las fuertes drogas como opiáceos y morfina que me recetaron más lo rocambolesco que es lidiar con los seguros médicos en Estados Unidos merecen un post aparte. Me fui con 4 tíos a las cataratas del Niagara con parada técnica en Buttermilk Falls y Watkins Glen Falls mientras los amigos de ‘la casa del mal’ grababan un anuncio para Intermon Oxfam. Llegaron más islandeses de visita y me despedía de las oficinas del Guggenheim. En mi último paseo haciendo fotos con la D60 antes de partir a la costa oeste americana me preguntaron cuanto cobraría por hacer fotos esa noche en una fiesta.
Junio: Tras recorrer San Francisco, Carmel, Santa Mónica, Los Ángeles, Grand Canyon y Las Vegas regresé a España. Me encontraba tan descolocada que hasta mi cama de toda la vida me parecía que había encogido. Fui a La Compra y me fui a Cádiz a ver a mi hermano. Durante las las Fiestas de San Juan de Soria repartí salchichón.
Julio: Intentando no derretirme con el calor empecé a hacer varias entrevistas acabando el mes contratada. Mi estómago no aguantó el menú de una boda familiar y acabé dentro del desfile del Orgullo Gay siguiendo a una carroza que tenía buena música. Encontré piso con un cubano y un neoyorquino en una calle que no sale en Google Maps ni los GPS.
Agosto: Mi prima de tres años me dejó KO preguntándome por mis hijos cuando me vió, menos mal que jugando al escondite se le pasó. Cumplí tres años desde que regresé de Islandia y fui al concierto de No Reply a los que descubrí cuando tocaron como teloneros de Marlango hacía ya dos años.
Septiembre: Los de Ciberpaís vinieron a hacer unas fotos a la oficina; mi abanico escupía tabaco tras haberlo usado en bares; compré el billete para irme a Japón de vacaciones y Nacho me mandó un pdf con información nipona. El Ambigú tuvo un especial de música islandesa.
Octubre: Pasé un fin de semana en Barcelona; recordé que hacía un año aterrizaba en Nueva York; tras analizar porqué me pasé una semana con dolor de cabeza decidí que necesitaba volver a marchar en cuanto tuviera una oportunidad; fui a Pilares aunque Interpeñas estaba cerca de Huesca y Valdespartera cerca de Teruel; compré mi primera lente teleobjetivo y tuve otra boda familiar.
Noviembre: Una semana antes de irme a Japón de vacaciones me despidieron. Me encontré con Héctor al poco de aterrizar en Tokyo y visité Hiroshima, Miyajima, Himeji, Fushimi Inari-taisha, Kyoto y Nara. Al poco de regresar empecé a hacer entrevistas pero ninguna ha llegado a buen puerto. Además eché la lotería de la Green Card y mi compañero de piso americano me invitó a mi primera cena de Thanksgiving casera.
Diciembre: En el puente estuve en Logroño y San Millán de la Cogolla; visité la sierra madrileña por primera vez; presenté una queja en la Seguridad Social por tener mal mi nombre y no poder solicitar una vida laboral por Internet y en el SACYL por cambiarme una cita con especialista médico para un año y medio después. Nevó mucho en Soria pero cuando llegué a Zaragoza para Nochebuena me encontré con 18ºC y me sorprendió lo fanáticos que son mi primos pequeños con edredones de High School Musical incluídos.
¡Feliz 2010 a todos!
Actualización 04/01/2010:
BSO: Alicia Keys – Empire State of Mind (Part II) Broken Down